Pimiento no. 30

Adriana Zazueta

Edward Weston fotógrafo estadounidense, que se caracterizo por emplear el primer plano en temas naturales para obtener formas poco corrientes, desde temprana edad destacó por su trabajo artístico en fotografía en blanco y negro, aunque en su comienzos se encuadraba en el pictorialismo, debido a su estancia en México sus ideas se clarifican; destruye sus primeras fotografías y se inicia en el movimiento purista.

En sus trabajos fotográficos ya empieza a emplear una gran profundidad de campo y un alto nivel de enfoque en las escenas de paisajes y en sus retratos y de modo especial en los primeros planos de formas naturales poco usuales, que fueron las que le hicieron famoso posteriormente. La mayoría de su obra la realizó en una cámara de fuelle de 8×10 pulgadas lo que le permitía mayor nitidez y definición en las fotografías y poder obtener las copias en papel por contacto

En los años veinte y principios de los treinta los fotógrafos emprendieron la tarea de tener una visión única encontrando así  imágenes sorprendentes, algo que el ojo humano no percibe en absoluto o normalmente es incapaz de aislarlo de lo demás.

Mostrando lo que sus propios ojos ciegos habían pasado por alto. Edward Weston

No se limitan a registrar la realidad si no que son la apariencia de algo que se nos presentan, alterando nuestra idea de realidad y realismo. Descubrieron que cuanto más recortaban la realidad aparecían formas magnificas

Necesitaban de un titulo para poder identificarse, entre más rico era el lenguaje mejor se muestra entendía la imagen

Uno de los éxitos de la fotografía ha sido la de transformar seres humanos en cosas, cosas en seres humanos. Como podemos ver en esta fotografía en primer plano, con la piel lustrosa o aceitada, el resultado es una insinuación erótica de una forma al parecer neutra, que viéndolo desde lejos lo podemos tomar por una forma humana

Se concentra más en las formas y en su abstracción, tomando una similitud con Kandisky

Provoca atracción por la simplicidad y a la vez por esa contorsión de su forma, es sutil por este juego que hace con la imagen dándole con la luz volumen y textura haciéndolo parecer una escultura de un desnudo semiabstracto haciéndola sensual, en cuanto la vez te atraen esos brillos, la línea que es continua, sin interrumpirse

basado en el libro de Susan Sontang: sobre la fotografia