El Violín de Ingres

Man Ray, El Violín de Ingres (1924)

Malú Ramírez

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La fotografía El Violín de Ingres, realizada en 1924 por Man Ray, evoca suavidad, atracción, fluidez, feminidad y delicadeza gracias a las categorías estéticas que emplea tales como belleza y novedad. El tema de la obra es un tributo al pintor neoclásico francés Jean Auguste Dominique Ingres. El enfoque que Man Ray le da a su obra es el de reinterpretar el cuerpo de una mujer como si fuera el de un violín, gracias a sus curvas y la fluidez de su figura, evocando así la famosa frase le violon d’Ingres, que hace referencia al pasatiempo que el francés tenía. Así es como Man Ray nos hace la analogía de que a él le apasionaba tocar a la modelo de esta foto, Alice Ernestine Prin (Kiki de Montparnasse) tanto como a Ingres le apasionaba tocar el violín.

Gracias a la tecnología emergente de la fotografía en la época de Man Ray, él decide hacer su tributo mediante una foto y no mediante una pintura, ya que prefería fotografiar aquello que no podía pintar, aunque finalmente modifica la imagen, convirtiéndola entonces en mitad reproducción mecánica y mitad pintura. Las implicaciones psicológicas de esta obra son la acción de tocar y el manejo de un tema irreal, pero basado en una realidad previa. La lectura de esta obra es, en primera instancia, fácil porque podemos ver claramente la reinterpretación de la mujer como un violín; sin embargo, para entender la referencia que se hace a Ingres, es necesario saber de la obra del pintor neoclásico, ya que son tanto la espalda de la modelo como el turbante que lleva ella en la cabeza, las pistas que Man Ray nos deja para poder entender su obra.

Esta fotografía es claramente surrealista, ya que nos habla de un encuentro inesperado y de la juxtaposición de personalidades, cosa que era recurrente en el arte surrealista. De igual manera, nos habla de sexualidad y de la referencia a lo clásico (que Man Ray utiliza al igual que Ingres en su época), temas muy utilizados por los surrealistas. La fotografía es original, ya que nos presenta con una innovación en el tema por no haberese tratado anteriormente al cuerpo de la mujer como al de un instrumento musical otorgándole una sensualidad a este violín que los instrumentos de cuerdas cubistas no tenían (hoy en día, esta fotografía ha sido reinterpretada muchísimas veces). De igual manera, la foto es innovadora en cuanto a las cuestiones técnicas que Man Ray emplea, ya que se trata de una fotografía de la espalda de una mujer, alterada con tinta china para agregar los oídos en efe y después vuelta a fotografiar.  El uso de los contrastes, la iluminación y la simpleza de la fotografía le hacen énfasis a la forma de la espalda de la mujer, la cual nos remite al violín y al estilo pictórico de Ingres.

Los componentes que integran esta obra son una foto de una mujer con aretes largos, un turbante en la cabeza y una tela alrededor de su área pélvica; su cara la podemos ver de perfil. Delante de ella hay una pared oscura. Sobre esta fotografía se pintaron con tinta china negra dos oídos en efe. Posteriormente, la fotografía alterada se volvió a fotografiar. La espalda de esta mujer forma la figura de un violín, acentuando sus curvas por el contrtaste que la pared oscura de atrás le brinda. Los oídos en efe crean la alegoría del cuerpo de la mujer como el cuerpo de un violín. El turbante y los aretes largos sirven para darnos la referencia al ambiente oriental que le agradaba a Ingres, dandonos como referencia directa a la famosa obra del pintor, La gran bañista de Valpinçon.

Esta obra logra solucionar perfectamente la problemática de realizar un tributo a Ingres, pero de manera sutil y con un enfoque claramente intelectual, característico de los surrealistas. Es una obra que fue muy innovadora en su época, creando una tensión entre la objetivación de la mujer contra la apreciación de la figura femenina. Esta fotografía claramente ha trascendido y ha marcado la pauta para futuras interpretaciones de la mujer como instrumento musical, instrumento de placer, instrumento que se toca. Gracias a esta fotografía, también, el expectador puede ser transportado a la pintura de Ingres, logrando así una revisión de la obra de este pintor.